RICARDO RAMÍREZ: COCINANDO NUEVAS IDEAS
09 de diciembre de 2009
Este emprendedor decidió a jugar partido en solitario, fundar su empresa y buscar abrir el mercado de muebles para cocina.
Ricardo Ramírez es un atrevido. Así se define. Hace algún tiempo decidió jugar su propio partido. Su familia lo apoyó y luego dio el paso de independizarse.
“Las sociedades empresariales no son eternas, ni los socios perfectos. Algunas veces surgen diferencias sobre el futuro.”
Y sí es cierto. Ahora Ricardo decidió poner todo su capital en D’Amato design, una compañía que se dedica al diseño y fabricación de muebles para cocina.
Ricardo estudio arquitectura, siempre le interesó el diseño. En sus sueños, sin embargo, se mantenía la tentación de la empresa. Sus sueños se cumplieron.
“Voy al público del mercado alto, de productos más cuidados, sofisticados, y personalizados”. Y así fija sus objetivos.
Y cuál es el secreto. “En lo que puede hacer todo el mundo no me gasto, lo tercerizo, pero en lo que sí marco la diferencia es en mis propias máquinas y herramientas con las que puedo personalizar los muebles”.
Ricardo afirma que este mercado crece. Solo para imaginarse, alguna vez hizo un trabajo para una familia por más de US$ 35 mil, fuera de los electrodomesticos.
Ha invertido en máquinas, tiene una fábrica en la que da empleo a más de treinta personas. Todo en Chorrillos. En Barranco también tiene otro centro de operaciones, en él están sus oficinas y las muestras de sus trabajos. Se tratan de sofisticadas cocinas, cuyos ingredientes son distintos materiales. Es más, en el último Casa Cor, donde tuvo un espacio en los reposteros se podían ver pinturas de Ricardo Wiesse. Y es que no se olvide de que Ricardo Ramírez es un atrevido.
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