20
Ago

EL ARTE DE VIVIR

20 de agosto de 2011

El arquitecto RICARDO RAMÍREZ D’AMATO puso ingenio, experiencia e innovadores materiales en el diseño de la cocina de su casa, un lugar de que fue concebido para disfrutar con amigos y en familia.
Lo primero que llama la atención de este ambiente es el color de los muebles y el trazo del artista plástico Ricardo Wiesse sobre los reposteros laterales. “La idea es llevar el arte a la cocina y eso quisimos con el trabajo con Ricardo Wiesse. Su diseño se colocó sobre una lámina adhesiva aplicada al vidrio encajado en una estructura de aluminio”, explica el arquitecto Ricardo Ramírez D’Amato, quien supervisó todos los detalles de la cocina de su casa, de cuyo diseño es autor.
Estos estantes, ubicados encima del lavadero, son elevadizos y tienen compartimentos para almacenar vasos, copas, cocteleras, etc. Frente a estos están las hornillas con una campana recircular, la cual tiene a ambos lados reposteros hechos de MDF y poliuretano blanco. En las superficies de trabajo laterales, hechas de Corian blanco, se colocó dos cuadrados hechos de bolitas de aluminio para apoyar recipientes calientes.
Amplia, espaciosa y versátil, este lugar tiene amplias zonas de trabajo y una isla central con base en poliuretano verde y tablero blanco de Corian. “La isla es utilitaria absolutamente y en uno de sus frentes, el más cercano a la cocina, tiene cajonería y canastillas para guardar ollas, sartenes y utensilios”, precisa el arquitecto.
La cajonería es de cierre automático de la marca Blum y tiene fondo hondo con espacio de sobra para fuentes, sartenes y artefactos de utilidad a la hora de cocinar. Para complementar el ambiente, y al extremo opuesto de donde están empotrados el refrigerador y el horno, se colocó una península que sirve de comedor de diario.
Al costado, se ubicaron unas repisas para almacenar libros de cocina y se colocó una plancha de metal con un imán para pegar adornos y mensajes. Para hacer la estadía en la cocina aún más agradable, se instaló luces cálidas en las zonas bajas y parlantes en el techo para preparar y departir con la música.

Revista Casaymás